¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE MANTENER TU SOFÁ LIMPIO?
Constantemente nos sentamos en el sofá con la misma ropa con la que llegamos de la calle. Esto significa que la suciedad que tenemos en nuestra ropa la dejamos siempre al sentarnos y se van acumulando al pasar los días.
Adicionalmente, tanto la superficie como el interior del sofá, acumulan las bacterias y estas generan malos olores y alergias que pueden ser perjudiciales para la salud. Todo esto puede evitarse realizando una correcta limpieza periódicamente.
¿CÓMO LIMPIAR TU SOFÁ?
Cuando compramos un sofá no siempre pensamos en cómo debemos limpiarlo en un futuro. Para que la limpieza sea efectiva tenemos que tener en cuenta el material en el que está fabricado. Los materiales más comunes son tela y piel.
La estructura del sofá juega un papel importante a la hora de higienizarlo. Su tapicería puede ser desenfundable o fija. De esto depende si la limpieza es más sencilla o por el contrario un poco más complicada.
Lo primero que debes hacer es usar el aspirador en todo el sofá. Con esto quitarás todo el polvo, pelos de tus mascotas y migas de comida que seguramente estarán en toda la superficie. Es recomendable aspirar tu sofá de forma frecuente, esto ayuda a mantenerlo limpio e impecable por mayor tiempo.
LIMPIEZA DE UN SOFA CON TAPICERÍA DESENFUNDABLE
Si tu sofá tiene este tipo de tapicería, limpiarlo es mucho más simple. Lo más importante es seguir las instrucciones del fabricante para que las fundas no sufran ningún daño.
Si las fundas no tienen ninguna mancha visible lo más probable es que no necesite ningún producto específico como un quitamanchas. Bastará un lavado simple para tener tus fundas como nuevas.
Si por el contrario tiene alguna mancha resistente puedes aplicarle algún producto específico para el tipo de mancha. Después de esto con un lavado será suficiente para quitarlas.
Puedes lavarlas en tu lavadora o llevarlas a una tintorería, dependiendo del tamaño de las fundas de tu sofá.
Para el secado se recomienda no hacerlo en secadora porque pueden encogerse. Lo mejor es dejarlas secar al aire y así evitar que cambien su tamaño y luego no puedas colocarlas de nuevo.